Llegamos a Skopje, capital de Macedonia, a las 11:30 AM y nos dirigimos directo hacia el hostel Hi-SkopjeHostel… pero para eso tuvimos que pasar por el centro.
En seguida Skopje nos pareció una ciudad rarísima… muchas estatuas… muchísimas… y gigantes, como fuera de escala con respecto a la ciudad. Por algo le llaman la ciudad de las estatuas.
Llegamos al hostel, y el papá de Marina, la mánager del hostel, nos estaba esperando. La verdad que es un señor muy divertido y muy predispuesto a ayudarnos. Nosotras llegamos a Skopje con un objetivo: Conocer el Observatorio Megalítico de Kókino, así que en seguida indagamos sobre cómo ir hacia allá.
El buen hombre nos sugirió o hacer un tour (un tour a Kókino sale 40 euros por persona) o alquilar un auto. Definitivamente la segunda fue la mejor opción. Un servicio de auto al domicilio del hostel, por un día, sale alrededor de 35 euros todo incluido, así que optamos por eso.
Luego de arreglar lo del alquiler del auto salimos caminando hacia la terminal de ómnibus de Skopje. Fue muy raro, las boleterías estaban todas abiertas, pero por alguna razón extraña, los pasajes no se venden a cualquier hora sino que depende de los destinos. Como nosotras nos íbamos a Tesalónica, una ciudad bien al norte de Grecia, para luego tomarnos un tren a casa (a Atenas) teníamos que esperar hasta las 4 PM, hora en la que se empezaban a vender esos pasajes.
Como habíamos llegado re temprano, nos fuimos a tomar café con unos anillos de cebolla a un bar de la terminal. Cuando se hicieron las 4 PM fuimos a comprar el pasaje y para nuestra sorpresa no podíamos comprarlo sin el pasaporte. Estábamos bastante enojadas porque habíamos ido a preguntar varias veces como era…y nadie nunca nos dijo nada sobre eso.
Bueno, tuvimos que volver al hostel por los pasaportes y entre que fuimos y volvimos se nos hizo de noche. Bueno, de noche no, pero si muy oscuro, así que fue un día bastante perdido.
Ya de vuelta en el hostel, a las 20 hs, nos trajeron el auto, así que arreglamos todo, cenamos algo y nos fuimos a dormir.
Un día de Atracciones No-Turísticas
Al día siguiente, desayunamos un pastel salado de queso blanco, sémola, y frutos secos con un café y salimos en el auto.
Empezamos a andar y a eso de las 10:30 AM llegamos a Kókino. Fue muy divertido porque supuestamente la entrada era gratuita, pero apareció un señor muy raro que nos vino a cobrar la entrada. Eran 2 euros cada una… menos mal que nos quedaba algo de dinero, la verdad no veníamos preparadas para eso… El señor nos aseguraba que hacía poquito que se pagaba y nos dejó hacerle unas fotos a su identificación. Cosas raras de estos viajes en lugares poco (o nada) turísticos de los que no hay mucha información y la única opción es la propia experiencia.
Caminamos unos 5 minutos hacia la montaña y llegamos a Kókino. Éramos las únicas turistas… muy divertido… un sitio arqueológico solo para nosotras.
Pero, ¿qué es Kókino?
Kókino, como ya adelantamos, es un Observatorio Astronómico Megalítico de aproximadamente 3800 años, descubierto en el año 2001 por la arqueóloga Jovica Stankovski.
La parte más antigua, corresponde a la Edad de Bronce temprana. Por lo que nos contaron en el Free Walking Tour que hicimos al día siguiente, se encontraron vasijas y moldes de cerámica en el lugar. También se han encontrado restos arqueológicos correspondientes a la Edad de Hierro.
Kókino es uno de los 5 observatorios megalíticos reconocidos por la NASA. Al recorrer el sitio se pueden observar marcadores de piedra, que se cree, eran utilizados para estudiar los movimientos del Sol y de la Luna en el horizonte occidental.
El recorrido se divide en dos partes: una donde están los marcadores y otra considerada el observatorio propiamente dicho donde se realizaba la observación estacionaria y donde se marcan los solsticios de Invierno y Verano y los equinoccios.
Además se cree que el sitio era un centro ceremonial: Se ha encontrado un muro de sacrificios en el mismo.
Recorrerlo nos llevó más o menos una hora y media, tranquilas… es que fuimos sin guía y sin apuro. Pensándolo en perspectiva, es mejor ir con guía porque siempre hay cosas que se pierden. De cualquier manera, para quien lo quiera hacer por su cuenta como nosotras, vale la pena… porque en general casi todo está bien indicado.
Nos impresionó muchísimo el color de la roca así como las formaciones rarísimas. Hay una parte en la que se encuentran los llamados “tronos”, donde supuestamente se sentaban las personas más importantes en las ceremonias.
Aproximadamente a las 12 del mediodía emprendimos nuestro camino hacia Kratovo, un pueblito medieval en el medio de la montaña, cercano a los sitios que teníamos pensado visitar durante todo el día.
Fue muy gracioso, porque el GPS intentaba llevarnos a Kratovo por el camino más corto… de tierra… pero para nuestra sorpresa el camino estaba, simplemente, cortado. Había muchas máquinas y hombres trabajando. Claro, nosotras queríamos pasar… el GPS no nos indicaba ningún otro camino. Así que yo me bajé del auto y me intenté comunicar… solo hablaban macedonio… Al final entre la Bic, los hombres y yo intentamos hacernos entender… fue divertidísimo, nos hicieron un planito y todo. La mejor parte fue cuando nos despedimos: uno de ellos se subió a la parte trasera del auto… jajaja… e hizo que lo lleváramos hasta su máquina, que estaba más abajo. Se despidió con una sonrisa de oreja a oreja.
Llegamos a Kratovo y tomamos un café al solcito. Siempre tan ahorristas, nos fuimos hacia el supermercado y nos llenamos de provisiones para acompañar los mates.
Luego, agarramos el GPS, y pusimos nuestra siguiente locación, The Stone Dolls, en Kuklika. Dificilísimo fue encontrar el lugar la verdad… dimos muchísimas vueltas. Luego de una hora y algo, simplemente se nos apareció. Dejamos el auto y caminamos. No lo podíamos creer… teóricamente, a través de una iniciativa de la Unión Europea más la República de Macedonia y no me acuerdo quien más, se había pretendido explotar el lugar turísticamente. Quedaban vestigios de unas garitas donde pagar las entradas para el lugar. No había nada… ¡Ni nadie! Solos nosotras y esas muñequitas de piedras muy raras y simpáticas. Según lo que se cuenta, estas piedras han dado lugar a muchísimas legendas milenarias… y nosotras estábamos ahí, otra vez en una atracción definitivamente no-turística.
Luego de un par de fotos, salimos hacia nuestro último sitio en el itinerario: Cocev Kamen. Ya estaba bajando el Sol… y nuevamente nos costó muchísimo encontrarlo.
¿Qué es Cocev Kamen?
Según los lugareños y algunas páginas de Internet que hemos consultado, a Cocev Kamen le llaman el Observatorio Astronómico Megalítico olvidado y no reconocido. Lo que sí es seguro, es que es una montaña de origen volcánico en la que se han hallado restos de vida humana desde el Paleolítico.
Se observan grabados rupestres en algunos muros de piedra de la montaña así como unas escaleras extrañas y rudimentarias, tronos y algo así como piletas. Algunos arqueólogos dicen que durante el Neolítico la montaña era utilizada como sitio para rituales y sacrificios.
Llegamos a Cocev Kamen con los últimos rayos de sol y sin más iluminación que con nuestros celulares (que preferíamos apagar para no gastar la batería) salimos a recorrer esa gran colina. Ni bien empezamos a subir sentimos algo raro en el piso: eran pelos negros!!! ¡¡¡Estábamos caminando sobre una montaña peluda!!! ¡La roca era blanca… con pelos negros! Era rarísimo… lo bueno: era imposible resbalarse.
Bic caminó hacia la izquierda y fue guiando el camino… en un momento empecé a escuchar que gritaba: “¡Encontré los grabados rupestres!” La situación era muy divertida… una vez más éramos solo nosotras y la naturaleza explorando una atracción claramente no-turística (definitivamente la menos de todas).
Subimos la cuesta, y vimos todos esos grabados en la piedra blanca que, la verdad, no estábamos seguras de qué eran… pero algo si claramente pudimos diferenciar: Eran las escaleras hechas por esos humanos que habían vivido allí hace mucho tiempo.
Luego de explorar unos minutos más decidimos volver al auto… ¡Ya no veíamos nada de nada!
¡Qué manera de reírnos a la vuelta! No podíamos creer dónde habíamos estado… menos las cosas que vimos… en Macedonia… lugares casi inexplorados y mucho menos visitados! Nosotras la pasamos bomba…
Volvimos al hostel, devolvimos el auto y nos fuimos directo a la cama… porque al otro día teníamos un free walking tour que realizar y luego un bus que tomar más un tren para llegar a casa… a nuestra querida Atenas… Todo eso se lo contaremos en el próximo post.
Pero les adelantamos algo que nos dejó heladas en el walking tour: El guía nos contó que a Kókino y a esos lados no va casi nadie porque está lleno de serpientes… y que por la misma razón él tampoco lleva a nadie allí… menos los días calurosos… ¡Menos mal que era otoño!!! jajaja no moríamos de risa… ¡Que suerte que no vimos ninguna!
Tips Skopje y Atracciones No-Turísticas
– Recorrer la ciudad de Skopje, vale la pena… es una ciudad realmente bizarra.
– Ir a Kókino y Cocev Kamen en días más bien frescos, para evitar las serpientes.
– Alquilar un auto para recorrer esos sitios, no hay otra manera… sino un tour. Esa puede ser otra muy buena opción aunque siempre será más cara.
– Visitar los sitios con más luz (no como nosotras que nos la pasamos imaginándonos Cocev Kamen).
– Llevar algo de dinero, por si les cobran los sitios arqueológicos.
– Visitar Kratovo… un pueblito bellísimo!!!