Llegamos a Jerusalén, luego de pasar una larga aduana entre Jordania y los territorios Palestinos.
Nos habíamos levantado muy temprano, así que estábamos bastante cansadas. El cruce entre Jordania y Israel no es tan complejo como habíamos leído, pero si es largo y se hace bastante pesado, sobre todo cuando una no sabe con qué se va a encontrar… pero eso te lo contamos en otro post.
Llegamos a la Puerta de Damasco, una de las puertas de la muralla de la ciudad antigua. Allí nos dejó el mini-bus compartido que nos habíamos tomado en la aduana.
Caminamos hacia Abraham Hostel Jerusalén. Desde el lugar que nos dejó el mini-bus, la verdad que no fue muy larga la caminata, tan solo 15 minutos. El problema fue que una parte es en subida y estábamos bastante cansadas…
Llegamos al hostel a eso de las 15 hs y rápidamente salimos al Mercado Mahane Yehuda a degustar la cocina israelí, tan solo a 5 minutos. Abraham Hostel Jerusalén, tiene muy buena ubicación porque si bien está cerca del casco histórico, se encuentra en el corazón del sector moderno de la ciudad por lo que es muy fácil acceder al centro o, como en este caso, al mercado.
Allí básicamente nos comimos todo. En seguida nos enteramos de algo bastante genial… ¡se puede pagar con tarjeta en casi todos lados! Eso es bueno…ya que a veces se complica un poco secar dinero de los cajeros en Israel en general. Un Tip: no intentar usar los ATM que son como unos tótems que no pertenecen a ningún banco, están en todos lados…pero cobran mucha comisión. Nosotras no sabíamos e intentamos sacar dinero varias veces…por suerte con nuestra tarjeta nunca funcionó…sino esos cajeros nos hubieran jodido con bastante dinero…De todos modos, si van a Israel…no los usen. Aconsejamos si usar los cajeros rojos y verdes, de los bancos…esos sí, que cobran un suma más moderada, como en casi todo el mundo. Otro Tip: cuando se compra con tarjeta en algunos comercios, los bancos cobran una comisión…nosotras nos enteramos tarde.. así que ya saben…
Esa tarde fue genial…c omimos mezclas de semillas y cereales… probamos como unas frutitas abrillantadas de diferentes gustos que se ponen en agua para hacer tés… ¡increíble! Luego…probamos quesos… jajaja… eso no podía faltar, y aceitunas, unas más ricas que las otras…rellenas de almendras, negras, marrones, pequeñas y grandes como huevo. Todo eso nos llevamos al hostel y nos tiramos a descansar.
A eso de las 6:30 pm, fuimos al bar del hostel, ¡a disfrutar del Happy Hour… de vino y cerveza! El bar está muy bueno, hay mucha buena onda y hay gente de todos lados…menos de Argentina…la verdad no somos tantos como creíamos por esos lugares…
Esa noche nos fuimos a acostar temprano…para poder disfrutar a full de Jerusalén al otro día.
Luego de tomar un gran desayuno en el bar de Abraham Hostel Jerusalén, salimos caminando hacia el casco histórico de Jerusalén a eso de las 10 am. Traspasamos la Puerta de Damasco y empezamos a ver un montón de vendedores…¡puestos de todo tipo! Desde frutas y verduras, comida y algunos souvenirs… a puestos de regalos y juguetes para niños.
Caminando y caminando llegamos al Muro de los Lamentos.
¿Qué es el Muro de los Lamentos?
Para los que no lo saben, el Muro de los Lamentos (o Muro Occidental, en hebreo) es un lugar sagrado para los judíos, único vestigio de lo que fue el Segundo Templo de Jerusalén (construido hacia el año 536 A.C.), destruido por los romanos en el año 70 D.C. durante la primera guerra judeocristiana.
Según cuenta la historia, cuando las legiones romanas del emperador Vespasiano destruyeron el templo, dejaron los muros para que los judíos nunca olvidaran que fueron los romanos quienes vencieron a Judea. El pueblo judío, en cambio, relacionó la destrucción con una promesa hecha por Dios, en la que siempre quedaría una parte del templo sagrado en pié, símbolo de alianza perpetua del pueblo judío.
Los judíos oran frente al Muro Occidental desde hace dos mil años, siendo el lugar accesible más sagrado de la Tierra para ellos, ya que no pueden acceder al interior de la Explanada de las Mezquitas, el sitio que sería el más sagrado. El Muro de los Lamentos, justamente, es uno de los 4 muros de contención del Monte Moría, donde se encuentra la Explanada. Allí es donde estaba la Roca donde Abraham tenía que sacrificar a su hijo Issac por pedido de Dios…algo que no hizo. Para los musulmanes esa roca es igual de sagrada, pero según estos, Dios pide que sacrifique a otro de los hijos, a Ismael. En la actualidad, la explanada está en manos musulmanas y sobre la famosa piedra se ha construido un monumento islámico muy colorido lleno de mosaicos y con una cúpula de oro, al que solo los musulmanes pueden acceder. A ese sector, los turistas podemos acceder, pero no podemos entrar al templo. Se puede visitar la plaza son de lunes a jueves de 7:30 am a 10:30 am y de 12:30 pm a 13:30 pm. Otro dato: según el Islam fue allí en el lugar de la rosa, donde el profeta Mahoma ascendió a los cielos.
Las oraciones hebraicas frente al muro no son solo lamentos, sino que se reza leyendo Salmos y se realizan ceremonias Bar Mitzva, alabanzas y peticiones. También la gente escribe y deja papelitos en las rendijas del muro, con plegarias como por el regreso de todo el pueblo judío a esas tierras, la construcción de un tercer templo y la llegada del Mesías judío (yo dejé un papelito también…como siempre quise experimentar tooooda la cultura al 100%). Durante el Sabbat (los viernes a partir de que cae el sol) también se hacen cantos y todo parece una gran fiesta, pero el Sabbat se los contamos mas abajo…
Así que allí estábamos… frente a ese muro. Lo que más nos llamó la atención, es que está dividido en dos…hay un sector para hombres y otro para mujeres. Después nos enteramos que en la cultura judía hay tareas muy específicas para las mujeres y para los hombres…entonces en algún punto, también se tienen que dividir en el muro. Generalmente los hombres rezan más en grupo y que por eso necesitan más espacio para rezar… para ser sinceras, necesitamos explorar y entender aun más toda esa parte de la cultura judía.
Luego de quedarnos un rato bastante largo allí, percibiendo toda esa energía y tratando de sentir lo que esas mujeres sienten al estar allí, seguimos nuestro camino.
Empezamos a caminar y descubrimos una Jerusalén que no teníamos ni idea que estaba allí. Caminamos entre sitios arqueológicos por horas.. pasamos cerca de los demás muros que quedan en pié como el Muro Sur y el Oriental…y anduvimos por las ruinas de la Casa de David y algunas tumbas muy antiguas cuya entrada es gratuita…y que están dentro de la ciudad.
Lo que más nos sorprendió es que en Jerusalén se puede ver cómo se fue construyendo la ciudad sobre antiguas tumbas y grutas. Hay todo un sector de la ciudad, al que se puede llegar muy fácilmente, donde se pueden ver las antiguas tumbas bajo toda la ciudad actual muy de cerca. Realmente una cosa increíble…
Luego seguimos caminando hacia el Monte de los Olivos -olivos de unos 2000 años- ubicado en el valle de Kidrón, donde Jesús realizaba diversas oraciones y donde se encontraba el día que fue arrestado. Inclusive, según los cristianos, es el sitio donde Jesús ascendió al cielo…
De allí nos fuimos hacia un gran cementerio judío…lleno de tumbas sin nombre…con gente enterrada desde realmente tiempos remotos, hasta la actualidad. Tuvimos hasta la posibilidad de ver como un entierro judío o al menos, un grupo de judíos ortodoxos hombres que recordaban a algún muerto.. realmente impactante escucharlos cantar… una experiencia única.
Luego, subimos un poco más la cuesta…y terminamos viendo allí el atardecer…frente a todas esas infinitas tumbas y con la cúpula de oro del monumento musulmán brillando a lo lejos…un paisaje multicultural y alucinante…
Volvimos al hostel.. y nos acostamos temprano, para poder continuar al día siguiente con nuestras visitas…
Luego del desayuno en Abraham Hostel Jerusalen…otra vez riquísimo…salimos con la idea de entrar a la Explanada de las Mezquitas.. así que luego de una pequeña pasada por la Iglesia del Santo Sepulcro (que vinos más detenidamente más tarde) nos dirigimos hacia allí. Para acceder a la Explanada, hay que ir nuevamente hacia el Muro de los Lamentos, salir, y luego hacer cola en lo que parece un túnel de madera, que sube y traspasa el muro. Así que allí estábamos 12:30 pm, listas para entrar…es increíble, porque nuevamente hay gente de todos el mundo y todas las culturas, menos la judía claro, porque los rabinos les prohíben entrar.
Esperamos una media hora, y accedimos. Es realmente impactante, no solo la cúpula de oro sobre la que debajo se encuentra la piedra de Abraham que comentamos más arriba, sino por todo ese lugar, lleno de monumentos musulmanes, dentro de una ciudad judía. Como ya explicamos, dentro de la cúpula solo pueden acceder los islámicos…así que nos quedamos con las ganas…una pena…
Otro Tip: A las 13:30, justas, te vienen a buscar… así que tuvimos que salir.
De allí nos dirigimos hacia la Iglesia del Santo Sepulcro nuevamente…hay para ver…sin duda había que volver…
¿Qué es el Santo Sepulcro?
El Santo Spulcro (o Gólgota, del arameo) es el lugar exacto donde según los Evengelios, Jesús fue crucificado, sepultado y donde se produjo su resurrección. Toda la iglesia erigida allí mismo se encuentra custodiada por diversas congregaciones cristianas: católicos, armenios ortodoxos y ortodoxos.
Visitamos cada uno de los pequeños puntos de interés dentro de la iglesia, y ya que estábamos ahí también hicimos todos los ritos que veíamos que los demás hacían, cosa de no desentonar. Somos ateas, pero la idea es siempre experimentar todo al 100%.
Visitamos la roca donde se lo vistió a Jesús para ser sepultado, el Monte del Calvario donde fue crucificado y luego el Santo Sepulcro, donde vimos la roca donde que sellaba el mismo sepulcro.
De allí, seguimos por la Vía Dolorosa, donde parece que Cristo caminó con la cruz al hombro, esto es, desde el lugar donde estaba su prisión hasta el Monte del Calvario.
La Vía Dolorosa es como la calle más importante del Barrio Cristiano y si se la camina, se pueden encontrar todos sitios arqueológicos relacionados a Jesús y a la Virgen María.
El último día que le destinamos estrictamente a Jerusalén, -luego del desayuno en Abraham Hostel Jerusalén como siempre-, caminamos por esta vía y entramos también a la Prisión de Cristo y al sitio donde nació la Virgen María. En la prisión se pueden ver hasta los agujeros para los grilletes con los que estaba atado y en el caso del lugar donde nació María, se puede llegar bastante abajo en las grutas. Según cuentan, en esa época la mayoría de las construcciones eran como grutas donde la gente vivía. Increíble…
Fue allí cuando nos enteramos de la Procesión de los Frailes Franciscanos que hacen todos los viernes a las 15 hs, comenzando por la prisión de Cristo hasta el Santo Sepulcro, todo a través de la Vía Dolorosa. Como faltaba un rato, nos fuimos a pasear por el mercado y luego nos enganchamos en la procesión. Caminamos por la Vía Dolorosa y llegamos al Santo Sepulcro una vez más…esta vez escuchando rezos y oraciones en muchos idiomas…algo realmente único…más cantos gregorianos, bueno…franciscanos.
Nos quedamos por un ratito…y luego nos dirigimos una vez más hacia el Muro de los Lamentos, porque ese día era Sabbat, el día sagrado de la semana para la cultura judía. Como nuestra amiga Rachell y nos había contado que era un día especial, fuimos hacia allí.
¿Qué es el Sabbat?
El Sabbat (o tambien Shabat), traducido como “descanso” o “descansar”) es el séptimo día para la cultura judía. Comienza en el atardecer del viernes y dura hasta la aparición de tres estrellas la noche del sábado. Según el Torá, el Sabbat debe ser celebrado en primer lugar mediante la abstención de cualquier clase de trabajo, razón por la cual no se puede usar ningún tipo de aparato durante ese tiempo, e inclusive no se puede tocar la electricidad, por lo tanto la luz que estaba prendida durante el comienzo de ese día debe durar así hasta que termine y viseversa.
Estar en la zona del Muro durante el Sabbat fue toda una experiencia nueva: judíos y judías cantando en ronda en grupos separados, frente al sector de hombres y mujeres, jóvenes vestidos de militares (que probablemente estaban haciendo el servicio militar) cantando por otro lado y haciendo rondas y pirámides humanas… un ambiente y una energía completamente diferentes a todo lo que habíamos presenciado hasta ahora en el Muro: principalmente mucha alegría. Un dato: no se pueden sacar fotos, ya que es Sabbat, así que tampoco los turistas pueden hacerlo. De hecho, hay una persona encargada específicamente de eso…de controlar que nadie saque fotos.
Luego de pasar una media hora en el sector del Muro, volvimos a Abraham Hostel Jerusalén para encontrarnos con Rachelly y su hermana que nos habían invitado a la cena del Sabbat con ellas. A Rachelly la habíamos conocido días atrás, ella trabaja en Abraham Hostel Jerusalén y está a cargo del Pub Crawl que por cierto es muy divertido…
Fuimos a su departamento y junto con dos compañeras más que viven con ellas, pasamos una velada de puro Sabbat.
Las chicas nos recibieron en su casa con una picada genial, una sopa de verdura increíble y pollo con papas al horno…toda comida Kosher.
¿Qué es la comida Kosher?
La comida Kosher es toda aquella aceptada según las leyes judías. La palabra deriva del término hebreo kashér, que significa “en forma”. Las razones para que una comida no sea considerada Kosher (esto es, la llamada treif) incluyen la presencia de animales que no han sido sacrificados en forma adecuada con un ritual o mezclas de carne, leche y jugo de uva o vino preparado sin certificación de un rabino y la comida preparada con utensilios que no son considerados kosher.
Así que bueno…cenamos a “lo Kosher”. Además, participamos de todos los ritos de la noche del Sabbat. Primero: no usamos los celulares para nada, por esto de no hacer uso de la electricidad y cuando quisimos ir al baño, no apagamos la luz…algo que respetamos al 100%. Luego de escuchar las frases en hebreo -que no entendimos obviamente pero que más tarde nos explicaron- que Rachelly leyó del Torá y compartir un vaso de vino tinto Kosher entre todas, nos lavamos las manos como lo hacen en el Sabbat los judíos y las judías: dos veces la mano derecha, dos la mano izquierda, una vez más la derecha y una vez más la izquierda.
Con las manos limpias como se hace en la cultura judía, compartimos un pedazo de pan. Luego, comimos más pan, pero con las salsitas que comen en Israel y Medio Oriente todo el tiempo: humus, una especie de yogurt con pepino (como el tzatziki griego), unas verduritas en algo como una mayonesa y una salsita picante. Luego vino la sopa… y por último el pollo con las papas.
Luego las compañeras de casa de Rachelly se fueron y nosotras seguimos hablando de cultura judía y de nuestra manera de vivir en Argentina, completamente atea. Fue realmente un intercambio muy interesante…
Cerca de las 10 pm volvimos al hostel…porque al día siguiente nos íbamos a Belén, en Cisjordania, en territorios Palestinos…una historia completamente diferente…eso se los contamos en otro post…
Tips Jerusalén:
-Disfrutar de todas las atracciones gratuitas. La verdad, son muy pocos los lugares de pago, y es tanto lo que hay gratis para ver, que no hace mucha falta destinarle tiempo a esos sitios.
-Recorrer toda la vieja muralla y pasar por todas las puertas…realmente vale la pena, es un museo en sí mismo.
-Participar de todas las actividades de todas las religiones…es un sitio multi-religioso, todas las religiones monoteístas con más seguidores en el planeta están allí, así que es un paisaje único y irrepetible.
-Ir a ver el atardecer al Monte de los Olivos, o subir más aún y no perderse el sol del atardecer sobre esas tumbas judías infinitas…
-Si te invitan a una cena en la noche del Sabbat, no te la pierdas…