Llegamos a Kalambaka (pequeña ciudad al lado de Meteora) en bus, bastante tarde, a eso de las 20hs. Desde la Terminal de Ómnibus, llegamos caminando en 5 minutos al HostEl Greco. Allí nos recibió Emma, una viajera de Alemania que hacía varías semanas estaba de voluntaria allí. Charlamos un rato con ella y nos dio algunas ideas sobre cómo organizar el recorrido por el sitio arqueológico de Meteora al día siguiente. Ya era de noche, así que nos tomamos una de nuestras típicas sopitas de viaje y nos fuimos a dormir.
Al día siguiente, nos despertamos a las 8 AM y fuimos a la recepción/living a tomar el desayuno. Allí conocimos a Mamá Dora, una hermosa mujer griega que trata a todos sus huéspedes como si fuéramos sus hijos. Muy bella mujer y cálida. Sus desayunos son realmente ricos e imperdibles: pizza con queso “tirí” (o blanco), berenjenas saltaditas, papas hervidas con una cremita, huevos duros.. ¡todo riquísimo! Perfecto para empezar el día… Un dato: el desayuno sale 2 euros. Como Mamá Dora hace trabajos voluntarios en África, ese dinero no es para ella como creerán, sino que, lo va juntando, es para ir allí y hacer cosas… la verdad, una mujer muy sensible y admirable.
Luego de nuestro desayuno, salimos caminando hacia Meteora. Es posible tomar unos buses que salen de Kalambaka varias veces al día. No es un recorrido muy largo, son solo aproximadamente 7 km, pero de subidas y bajadas. Nosotras decidimos hacerlo 100% caminando, pero si vas a visitar Meteora y sos conciente que no podrás lograrlo por alguna razón, aconsejamos tomar esos buses y recorrer la zona de esa manera.
Pero, ¿Qué es Meteora?
Meteora, en el norte de Grecia, a unos 350 km de Atenas, corresponde a un complejo de Monasterios construidos desde los tiempos Bizantinos. Estos se encuentran construidos sobre unas formaciones rocosas únicas en el mundo por su tipo de erosión. Si bien llegaron a ser 24 monasterios, hoy solo quedan 6 comunidades. La entrada a los monasterios es solo simbólica digamos, 3 euros y la vestimenta es hombros tapados, y pantalones largos para los hombres y polleras largas las mujeres. Sino llevaste ropa apropiada para ese día, no te preocupes, te facilitan lo que necesites ahí antes de entrar a los monasterios.
Según nos contaron todos les viajeros que conocimos, vale la pena entrar a todos los monasterios, pero la verdad lo que nos interesaba era el paisaje y la caminata. En nuestro caso no entramos a ninguno y lo tomamos como un excelente “hike”.
Comenzamos caminando a las 11 AM. Subimos por la ruta (si ruta, que pasan autos) que va hacia las extrañas formaciones rocosas que rodean gran parte de la ciudad de Kalambaka. A los pocos metros, ya empezamos a notar las grandes sombras de las rocas. Una belleza…
Cerca del mediodía hicimos una primera parada y conocimos un perrito muy relajado que descansaba en una de las formaciones rocosas. Nos quedamos un rato haciéndole compañía… De ahí seguimos caminando y conocimos un grupo de personas que se habían conocido en el camino y estaban charlando al borde de la ruta, que nos contaron sobre un camino por la montaña para volver a la ciudad a través del bosque.
Caminamos hasta las 2 PM más o menos y paramos a tomar unos mates bien argentos sentadas en unas rocas con un hermoso paisaje. Muy gracioso, porque no parábamos de ver caras de orangutanes en las rocas y caras y formas de todo tipo. Realmente es un lugar tan particular, que si te detenés a mirar un rato… empiezan a encontrarse formas rarísimas, como escondidas en las rocas.
Alrededor de las 2:30 PM empezamos a caminar nuevamente, rodeando la ciudad como por el lado opuesto en el que veníamos y empezamos a notar cuanto habíamos subido. A partir de allí encontramos las mejores vistas de todo ese gran valle lleno de monasterios.
Por último, hacia las 3:30 PM llegamos cerca del último monasterio, el mas bello desde lo lejos por estar sobre una roca increíblemente alta. Estuvimos a punto de entrar, pero luego vimos un cartel que decía Kalambaka… ¡Era el camino del que nos habían hablado! Decidimos volver a la ciudad directamente. Tardamos mas o menos una hora en bajar, así que a las 4:30 PM aproximadamente estábamos de vuelta en Kalambaka.
Pasamos por un supermercado a comprar “spanakopita” (tarta griega de espinaca), queso blanco o tirí, aceitunas, pan y jugo de naranja, y nos volvimos al hostel.
Llegamos al hostel y nos fuimos a la cocina exterior del mismo y nos pudimos a comer mientras charlábamos con algunos de les huéspedes que estaban allí: 2 franceses, un estadounidense y un australiano. Todos muy buena onda… además la conversación fue muy interesante y terminamos hablando de política y feminismo (no sabemos qué pasa, pero donde estamos nosotras, siempre se termina hablando de esos temas, que en cierta forma estamos intentando evitar jjaja porque siempre terminamos igual, hablando de eso, “lol”).
Nos fuimos a acostar alrededor de las 11 PM y al otro día nos levantamos a las 7:30 AM.
Desayunamos nuevamente con Mamá Dora y los demás huéspedes. Muy rico otra vez, por cierto… Mamá Dora nos contó de un desfile que había esa mañana por un día patrio griego llamado El Día del Oxi (que se pronuncia Oji).
¿Qué es el día del Oxi?
El día del Oxi (Día del No), se basa en la memoria y la importancia de un acontecimiento en el que Grecia dijo no al fascismo, razón por la cual terminó entrando en guerra con Italia. Lo interesante del asunto, es que Grecia recuerda como ese día se rechazó al fascismo en el país y por lo tanto curiosamente el comienzo de una guerra. Ese día se recuerda a través de un desfile principalmente militar, que incluye estudiantes de primaría y secundaria marchando por las calles. Ese fue el desfile que extrañamente terminamos presenciando ese día…
Luego de un “freddocapuccino” al estilo griego en un barcito con los dos franceses y el australiano, fuimos hacia allí. La verdad, fue muy raro… todos les estudiantes marchaban muy coordinadamente, al estilo militar, con zapatos cerrados como de fiesta las mujeres y los varones con zapatos de cuero como de oficina. Algunas niñas y algunos niños que parecían ser como importantes en el desfile, llevaban guantes blancos brillantes. Por último, marcharon los camiones de bomberos con sus fuertes bocinas. Una vez que terminó, todas las familias se acercaron a abrazar y felicitar a sus hijos y a sus hijas por el desfile.
Luego de ese raro evento, caminamos hacia el río. Allí estuvimos un rato bastante largo hasta que se nos fue haciendo la hora para partir.
Volvimos al hostel todos juntos y preparamos nuestras mochilas para partir. Nos despedimos de todos y salimos a la terminal.
Nuestro primer bus era hacia Ionnina en donde luego tomaríamos el siguiente bus a Gjrokastra (Albania) que salió a las 3:45 PM. Casi no llegamos a tomar nuestro siguiente bus… pero si lo hicimos… eso se los contamos en el próximo post.
Tips Meteora:
– Salí bien temprano por la mañana para empezar el recorrido porque hay muchos paisajes únicos para ver, no solo los monasterios y seguro querrás quedarte un tiempo observándolos y tomándoles fotos.
– Si vas a visitar todos los monasterios, toma en cuenta que sale 3 euros entrar a cada uno…así que hacé bien la cuenta antes de dejar la ciudad, jaja.
– Acordate de llevar pantalones largos o pollera larga según sea el caso para evitar que te tengan que dar algo para ponerte para entrar, porque a veces te cobran.
– Si te gusta la aventura, metete por los caminos en el bosque, vale la pena.
– Llevá algo para comer y agua (y mates) para el camino porque son muchas horas, y la verdad, no encontrarás ningún tipo de negocio para comprar nada…solo monasterios y mucha naturaleza.